¡Investiga a fondo el proceso de socialización!

Tal como hemos hablado en otros artículos, el ser humano es eminentemente un animal social. No puede pensarse a sí mismo si no es en relación con quienes los rodean; depende de la mirada del otro para configurar su propia personalidad (por identificación u oposición) y necesita socializar para prácticamente cualquier actividad que desee llevar a cabo: trabajar, estudiar, divertirse, formar una familia, etc. Por eso el proceso de socialización es fundamental para su vida y es el tema que abordamos en este post.
Te contamos cuáles son los diversos estadios de socialización que experimentan las personas a lo largo del tiempo, qué características distintivas presenta este fenómeno en comparación con otros, por qué es importante, etc. No dejamos detalle sin analizar: te traemos información fácil de comprender pero rica en contenido, revisada por sociólogos, pensadores, docentes y muchos otros profesionales en el área.
Queremos poner a tu disposición artículos confiables y conocimientos de calidad. ¡Por algo somos los mejores de la web si se trata de procesos! No encontrarás otro sitio más fiable que este, créenos. Así que, sin más preámbulos, pasemos a conocer de cabo a rabo el proceso de socialización que tiene lugar en cada comunidad humana a nivel global.
¿En qué consiste el proceso de socialización?
Como anticipamos más arriba, el hombre es predominantemente de naturaleza social y por eso el desarrollo de cada individuo está fuertemente condicionado por el nivel de socialización que pueda alcanzar. Hay que hacer una aclaración aquí, porque no estamos diciendo que tengamos que conseguir desarrollar muchas relaciones, sino vínculos de calidad, profundos y significativos.
El proceso de socialización no hace referencia a la acumulación de lazos afectivos o al mero hecho de “conocer gente”, sino más que nada a aquellas habilidades que las personas despliegan para lograrlo. Tal fenómeno apunta a la integración plena en una sociedad y a la puesta en marcha de interacciones satisfactorias con los demás.
Explayémonos un poco en esta explicación. La expresión “proceso de socialización” se refiere al contacto que se da entre las personas, por medio del que aprendemos e incorporamos un abanico de pautas de conducta y nos adaptamos a las mismas. Gracias a dicho fenómeno, cada individuo incorpora (en gran parte de forma inconsciente) aquellos elementos sociales y culturales característicos de su entorno.
Tales elementos se ven influenciados por experiencias individuales y algunos actores sociales que van marcando hitos o dando nuevas pautas de comportamiento (algo así como lo que hoy conocemos por “influencers”). De acuerdo a la sociedad en la que vivamos, la propia personalidad y la educación recibida, integramos de distintas formas esos elementos como parte de nosotros.
Por medio del proceso de socialización, los sujetos son capaces de cultivar y potencializar todas las competencias necesarias para una adecuada integración en la vida social, lo cual también implica contribuir con ella (por ejemplo, con el ejercicio de una profesión). Se espera que el comportamiento de cada persona siga aquellas conductas tácitamente consensuadas entre todos los miembros de una comunidad.
En cuanto a los actores sociales que mencionamos más arriba, tenemos que entender que no solo se trata de celebridades, políticos y personas con cierta exposición pública (que innegablemente marcan pautas en el decir, pensar y actuar) sino que son agentes muchas otras personas que intervienen en el proceso de socialización a nivel micro, más íntimo.
La familia, los amigos, los vecinos, los compañeros de colegio, los profesores, el cura de la iglesia, los conocidos de las clases de inglés o tenis… todas estas personas son actores del proceso de socialización de una persona. Sin ellos, no sería posible hablar de socialización. El sujeto viviría aislado y sin contacto con los demás.
Proceso de socialización: tipos
Este proceso no se da de forma homogénea y por medio de una única vía a lo largo de nuestra vida, sino que adquiere variadas manifestaciones. En tal sentido es como podemos distinguir entre tres grandes tipos o clases al interior del proceso de socialización: la socialización primaria, la socialización secundaria y la socialización terciaria. A continuación brindamos las características particulares de cada una de ellas.
Socialización primaria
Es aquella que se da en el hogar, en el seno familiar en el cual ha nacido un individuo. Sin lugar a dudas, el núcleo familiar primario (padre, madre, hijos, hermanos) es el más importante para una persona, el que marca sus primeros años y en buena parte determina su futuro. La familia es el grupo encargado de dar respuesta a las necesidades materiales y afectivas de sus miembros (especialmente, los hijos pequeños).
Es importante tener en cuenta que las dinámicas familiares varían de un hogar a otro pero son esenciales para definir el desarrollo de un sujeto con respecto a su personalidad, sus capacidades, valores y conductas. De alguna manera, esos primeros vínculos con los padres y los hermanos le dan al niño las claves para el trato con cualquier persona; son pistas que le dicen de qué maneras se llevan a cabo las interacciones sociales. Estos patrones de comportamiento regirán las relaciones con otras personas fuera del seno familiar.
Cuando el niño crece, la socialización primaria continúa en la escuela, es decir, en el sistema educativo formal. La persona no solo acude a una institución educativa para recibir conocimientos y formarse en valores, sino también para generar relaciones con un grupo de pares (niños de la misma edad) y otros adultos (profesores, directivos, grupos de padres, etc.).
En este sentido, la escuela es la institución que le dice al niño que existen otras formas de sentir, pensar y actuar de aquellas que conoció en su propio hogar. Además, las relaciones con docentes o directivos le enseñan que existen jerarquías en las relaciones, que debe aprender a respetar y gestionar.
Por último, en décadas recientes se ha venido considerando a los medios de comunicación como otro actor importante del proceso de socialización. La televisión, la radio y –sobre todo- Internet y las redes sociales, dan muchas pautas de interacción que el niño absorbe ya desde el hogar. Por otra parte, cabe señalar que las redes han provocado fuertes cambios en la manera de relacionarse e interactuar con los demás.
No podemos decir que haya un hito o un lapso temporal en que finalice esta etapa (socialización primaria), porque depende bastante de cada persona, su contexto y su ámbito sociocultural.
Socialización secundaria
Es el estadio que sobreviene en los últimos años de la adolescencia, cuando el sujeto se encuentra a las puertas de la adultez y está preparado para practicar lo que ha aprendido en su casa y en la escuela. La persona ya cuenta con ciertas habilidades sociales que le permiten generar nuevas herramientas de interacción en diferentes sectores de la sociedad, normalmente, desconocidos hasta el momento.
La Universidad o los institutos de formación superior, las empresas, las instituciones de gobierno, las agrupaciones relacionadas con el trabajo, los negocios, los gestores de salud… el reciente adulto se enfrenta a un mundo de posibilidades en este sentido, y para insertarse en cada ámbito necesitará sin dudas relacionarse con los demás, con los actores y participantes de cada esfera.
Así es como la persona termina de comprobar cómo el proceso de socialización se da en contextos muy diversos y realidades disímiles, que pueden no coincidir con aquello conocido durante la etapa de socialización primaria. Aquí es fundamental tener en cuenta que el individuo tiene mucha más autonomía para actuar y desenvolverse; es decir, puede tomar decisiones sobre dónde y con quién socializar, y de qué manera. En cambio, en la etapa de socialización primaria el niño no tiene demasiada libertad en este sentido.
Socialización terciaria
Muchos autores difieren en esta categoría del proceso de socialización y no la consideran como tal, pero a nosotros nos parece importante delimitarla. La socialización terciaria consiste en una fase donde se encuentran algunos sujetos que se han desviado de la norma social preestablecida y están intentando reincorporarse a la sociedad.
En efecto, ciertos individuos deben atravesar un proceso de socialización diferenciado que les permita readaptar su conducta y volver a establecer vínculos sanos con la sociedad. Esto se da en los casos de hechos delictivos o penados por la ley. Aquí los agentes socializadores son especialistas que acuden a las cárceles y otras entidades para ayudar a las personas en proceso de re-socialización.
Sin duda alguna, es un proceso que no se da en todas las personas (a diferencia de los otros dos tipos de socialización, por los cuales todos pasamos) pero que es importante tenerlo en cuenta porque lamentablemente, la criminalidad y el delito existen en casi todas las sociedades.
Bueno, ya conoces qué es el proceso de socialización en sí mismo y qué tipos de socialización se pueden dar al interior de una comunidad de personas. ¿El tema te ha quedado claro? Entonces, anímate a compartir este post con tus amigos en las redes sociales que más te gusten. Además, no dejes de seguir explorando nuestra web para conocer muchos más procesos de todas las áreas del saber.
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