Checa las características de los procesos industriales

Si dentro de una fábrica te sientes como pez en el agua, si la Economía y los procesos productivos son lo tuyo, entonces no puedes dejar de consultar esta información. En el presente post hablamos sobre procesos industriales: los definimos, los caracterizamos y seguidamente los ilustramos mediante una amplia lista de ejemplos. ¡No te pierdas detalle!
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Qué son los procesos industriales
Para iniciar con esta sección, tenemos que dar una definición precisa de la expresión que nos ocupa. Entendemos por “procesos industriales” al conjunto de procesos formulados para conseguir, modificar o acarrear 1 o más productos de origen primario o “materia prima”. El objetivo de tales transformaciones sobre la materia es obtener distintos productos y servicios de consumo que satisfagan las demandas de un público en particular (un mercado).
Al igual que la mayor parte de las expresiones que poseemos en nuestro idioma, “procesos industriales” es una combinación de las palabras latinas “processsus” (que en latín significaba “desarrollo”) e “industrialis”, que para los romanos hacía referencia a todas las operaciones necesarias para hacer nacer un producto cualquiera, un bien. Si tomamos en cuenta estas dos acepciones, podemos obtener una idea bastante aproximada del concepto que estamos analizando.
Esto es, los procesos industriales hacen referencia a las distintas etapas que tienen lugar al interior de una operación mayor, que tiene una meta final perfectamente definida en torno a la industria o elaboración de un algo. Tal fenómeno ha caracterizado a la sociedad de consumo propia de las últimas décadas que sin embargo –podríamos aseverar- se inauguró con la burguesía en el siglo XVIII.
De manera general, los procesos industriales representan un grupo de operaciones que se realizan en un tiempo dado (más o menos extenso) con el objetivo de crear, elaborar, fabricar o modificar una amplísima cantidad de productos de consumo. Se trata de una sistematización hecha por el ser humano a lo largo de los siglos en su intento de aprovechar tanto como pueda los recursos naturales que le brinda el entorno.
Tales elementos presentes en la Naturaleza se usan de base para hacer nacer diversos productos, que se transforman en herramientas, medios y bienes adaptados a las necesidades de los usuarios. Más allá de este objetivo, los procesos industriales están organizados de manera de proveer el mayor beneficio posible a sus responsables. No obstante, las ganancias esperadas no se obtienen si antes no se han generado productos plausibles de ser lanzados al mercado y que tengan cierta calidad.
Los procesos industriales resultan inherentes a una amplia variedad de posibilidades con respecto al consumo, dado que las necesidades de una población pueden ser muy diversas. Atañe a alimentos procesados, químicos, medicamentos, cosméticos, artefactos, herramientas, juguetes, electrodomésticos, prendas de vestir y un largo etcétera.
Cabe destacar que, con el paso del tiempo, las estrategias de publicidad y los nuevos modos de vida van cambiando el panorama de las necesidades del consumidor y es así como la industria se renueva. Constantemente intenta introducir propuestas novedosas para alentar a las personas a continuar consumiendo y lograr que la cadena de compra-venta nunca se corte.
Procesos industriales: fases
Tal como explicamos siempre en nuestras publicaciones, todo proceso está compuesto de una serie de pasos articulados para llegar a un objetivo en particular. Aquí cabe mencionar brevemente las fases propias de los procesos industriales:
- Manipulación de los productos primarios.
- Acciones físicas para acondicionar la materia.
- Reacciones químicas para transformarla.
- Separación de los diferentes subproductos obtenidos.
- Elaboración de distintos productos específicos con cada elemento obtenido.
Todos estos estadios apuntan a una misma meta: transformar el material original con el cual estamos operando de la forma más utilitaria posible en términos de tiempo y dinero. Los procesos industriales buscan ser cada vez más eficientes, para minimizar la inversión y maximizar las ganancias en toda la cadena.
De cualquier manera, cabe aclarar que el desglose de pasos que hemos hecho ha sido con fines didácticos, pues varias de esas tareas pueden agruparse en una sola y, además, normalmente no se encuentran tan perfectamente segmentadas y diferenciadas en la cadena productiva.
Por otra parte, algunos expertos realizan una diferenciación de fases ligeramente diferente, a saber: contacto con los materiales originales y su consecuente manipulación; tareas de acondicionamiento para permitir su transformación; proceso de cambio propiamente dicho a través de ciertas metodologías específicas; separación del material bruto para volverlo un producto de consumo; elaboración del producto final a ser introducido en el mercado. Para hacer posibles estas transformaciones, la industria suele valerse de 3 procedimientos básicos:
- Alterar la composición de la masa (producto primario).
- Cambiar el rango energético o su calidad.
- Modificar sus cualidades cinéticas, reactivas o de velocidad.
Sin duda alguna, unos procesos industriales adecuados permiten que funcionen adecuadamente una gran cantidad de sectores económicos. Si no se diera un fenómeno similar, tendríamos que consumir la materia prima y los recursos naturales en estado bruto.
Tipos de procesos industriales
Quizá no lo sabías, pero no hay una única vía por medio de la cual se concreten los procesos industriales en general. Al contrario, existe una clasificación en procesos especializados de acuerdo al nivel de aprovechamiento de la materia prima, el tipo de trabajo y la capacidad de adecuación ante distintos cambios, por ejemplo. Teniendo en cuenta estos factores, a continuación te ofrecemos una taxonomía de 4 clases de procesos industriales.
Por lote
En este caso, la capacidad de producción se incrementa mediante modelos ya establecidos o plantillas prediseñadas. En una importante cantidad de áreas productivas, la elaboración artesanal ha sido suplida por esta propuesta que permite la creación “en lote”, a gran escala.
Cada empresa determina el volumen de los bienes producidos según sus necesidades y el nivel de demanda que exista por parte del mercado o los clientes.
Por flujo continuo
Aquí se trata de fabricar miles y miles de productos que resultan idénticos unos de los otros. ¿Qué diferencia hay entre esta tipología y la anterior? Que la cadena de producción jamás se detiene, sino que funciona las 24 horas y todos los días de la semana. En cambio, el proceso por lote trabaja justamente “por lotes”, es decir, por cantidades definidas de productos que representan un ciclo.
Los procesos industriales por flujo continuo buscan, por una parte, incrementar la capacidad productiva de la organización, y por otro bajar el costo relacionado con el trabajo por ciclos (donde el proceso se inicia y se detiene constantemente).
Por trabajo
En esta ocasión, el esfuerzo consiste en elaborar 1 producto por vez. El resultado difiere en cada oportunidad y el desafío para la empresa radica en mantener cierta identidad en la cadena productiva y la calidad del producto.
Los procesos industriales por trabajo se dan, por ejemplo, cuando hay que elaborar salsa de tomate o durazno enlatados, que son frutos estacionales que requieren ser cosechados cuando están maduros y envasados antes de que se arruinen. Es decir que aquí hay un trabajo propio de una temporada en particular.
Masivo
Actualmente es uno de los modos de producción más recurrentes de la industria en general. Lo mismo que en el caso del flujo continuo, prevé la creación de miles y miles de bienes en una serie idéntica, pero con la diferencia de que la producción no tiene carácter permanente; existen lapsos de comienzo y fin de cada ciclo productivo.
Normalmente tal tendencia se aplica en artículos de alto consumo que requieren la elaboración en volúmenes muy grandes, con la intervención de sofisticadas maquinarias tecnológicas.
Más allá de los tipos de procesos industriales que se puedan utilizar, para que resulten verdaderamente eficaces tienen que estar alineados tanto los recursos como la información a lo largo de toda la arquitectura empresarial. La cadena productiva contiene muchos eslabones que se encuentran unidos, y la ruptura de uno provoca el corte de todo el circuito.
Tras la lectura de este post, puedes considerarte todo un experto en procesos industriales. Ya sabes cómo se definen, cuáles son sus fases o etapas específicas, qué tipos de procesos existen de acuerdo con el modo de producción. De cualquier forma, si quieres seguir profundizando tus conocimientos en este tema, consignamos aquí una página con información fidedigna en este sentido.
Es momento de cerrar la publicación, pero te proponemos continuar en contacto a través de la lectura de otros artículos de nuestra web, que te darán un panorama completo de los diversos procesos que existen en muchas esferas de la actividad humana. ¡Seguimos leyéndonos!
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