Aprende más sobre el proceso creativo y sus características

Si algo distingue al ser humano de otros seres presentes en la naturaleza, es su capacidad de razonar, imaginar y crear. En este último aspecto, el Hombre resulta particularmente interesante porque es capaz de manifestar sus emociones y pensamientos por medio del arte, pero también, proponer vías alternativas de solución a los problemas que se le presentan a diario, muchos de los cuales no tienen que ver con la instintividad (como el hambre o el sueño), sino que van más allá. Dado que forma parte esencial de cualquier persona, aquí hablamos del proceso creativo, cómo se produce, en qué ámbitos se aplica y mucho más.
Muy probablemente alguna vez has oído hablar de este concepto y de hecho, es posible que tengas una idea somera de su significado; no obstante, debido a su gran importancia para todos los ámbitos de actividad humana, nos parece fundamental dedicarle un artículo especial. Así que te invitamos a continuar leyendo para obtener información precisa sobre el proceso creativo.
Concepto de “proceso creativo”
Acostumbramos a iniciar el desarrollo de nuestros posts con una definición precisa del término que nos ocupa en cada caso. ¿En qué consiste el “proceso creativo” como concepto diferenciado de otros procesos? De acuerdo con expertos, se trata de una técnica cognitiva dinámica que se auto-organiza en la mente para poder generar ideas y solucionar problemas. En la misma intervienen diversas operaciones mentales como la percepción sensorial, la memoria, la habilidad de asociar ideas, el procesamiento cerebral de datos, el establecimiento de analogías, la intuición e –incluso- sentimientos y emociones.
En otras palabras, se trata del resultado de una red de procesos cognitivos que pone en juego varias capacidades mentales para generar tanto ideas como productos de tipo creativo. Esto es, consiste en un sistema que amalgama diferentes capacidades y que implica la interrelación de varios factores en una trama compleja; de hecho, una sola habilidad en sí misma no haría posible el surgimiento de una idea innovadora o un proceso creativo válido.
Ahora bien ¿a qué nos referimos cuando decimos que la técnica creativa se auto-organiza? A que, a menudo, la lógica creativa coincide con la propia de los sistemas que construyen determinadas pautas. Estamos delante de un sistema de información con una lógica específica, cuyo entendimiento nos permite explotar los recursos creativos que cuestionan los parámetros normales de la ideación creativa.
Hay un sistema activo dentro del cual la información se organiza por sí sola y no desde el exterior. En este proceso se generan ciertos modelos de pensamiento ya estructurados, que contienen secuencias activas de datos. Tales parámetros mentales hacen posible el reconocimiento de elementos vitales básicos, pero nos llevan por el mismo camino de siempre: el que ya conocemos, que está relacionado con nuestras experiencias y saberes previos. Esto, como seguramente sabes, representa una limitación para hallar nuevas propuestas o vías de solución, diferentes a las ya establecidas.
Entonces, para evitar sembrar ideas que ya conocemos, tenemos que analizar la información para descubrir nuevos caminos a seguir. Tal como explicamos, las reglas de pensamiento que ya están estipuladas anulan los desvíos del sendero, evitando la producción de conexiones nuevas. No obstante, es fundamental insistir con ese desvío para poder plantar una asimetría en nuestro modo de pensar y así, cambiando nuestra mente, se modifica también nuestra percepción de la realidad.
Un excelente ejemplo que ilustra esta explicación es el denominado “pensamiento lateral”. ¿Nunca te han planteado un ejercicio mental de este tipo? Se trata de un acertijo para el que normalmente pensaríamos una respuesta, que en este caso, suele ser errada y no soluciona el problema; entonces, el desafío está en cambiar los esquemas mentales que tenemos y proponer una explicación nueva. De esta misma forma es como debemos proceder para provocar un proceso creativo.
Tal como habrás podido apreciar, la creatividad tiene una lógica propia. Lo bueno es que, a través del tiempo, distintos expertos han propuesto técnicas específicas para provocar nuevas ideas, como el típico “brainstorming” (lluvia de ideas), que consiste en anotar en un papel los pensamientos sueltos que van surgiendo con respecto a un tema.
Algo importante a tener en cuenta es que cada una de las ideas que aportamos tiene que tener un valor en sí misma para considerarse “creativa”. Únicamente resulta valioso lo que puede ser explicado con una lógica posterior, más allá del medio por el cual haya sido elaborado. Así es como que se considera que el proceso creativo es el método que permite cambiar lo que conocemos o elaborar ideas nuevas partiendo de asociaciones con objetos o situaciones que ya existen.
Finalmente ¿qué tareas supone el hecho de abrir un proceso creativo? Las revisamos brevemente en esta sección:
- La persona o el equipo encargado de llevar adelante el proceso, recibe un encargo desde un alto mando o bien se enfrenta con un problema que debe resolver.
- Se procede a escribir las primeras ideas o propuestas que pasen por la mente al respecto, en forma desordenada.
- El cerebro comienza a pensar y pensar, tratando de encontrar una solución para el inconveniente o la nueva idea buscada; una vez desatado, es difícil que este proceso pare.
- Se espera a que surja la idea mientras se hacen otras cosas, pues el cerebro continúa trabajando en la solución a nivel inconsciente. Sentarse y “romperse la cabeza” sin hacer nada, pocas veces trae las respuestas buscadas y por el contrario, incrementa la ansiedad.
- Nace la nueva idea, aunque este es solo el comienzo del trabajo. No obstante, es un esbozo válido, la “punta del hilo” del cual tirar para desenredar el ovillo.
- Es momento de llevar adelante el proceso creativo mediante las herramientas o manifestaciones que resulten más adecuadas. Puede tratarse de una infografía, una presentación, un proyecto, un texto, una maqueta, etc.
Ahora que hemos pasado revista al concepto de “proceso creativo” y hemos visto las pequeñas actividades mentales y motoras que normalmente involucra, vayamos a las fases específicas que implica seguir este procedimiento.
Fases del proceso creativo
Como siempre decimos, en cualquier proceso existe una serie de pasos determinados que tenemos que seguir para poder llegar a la meta ambicionada, cualquiera sea este objetivo. En esta sección te mostramos y explicamos las 3 fases esenciales del proceso creativo:
- Examen del reto creativo: primero debes plantarte delante del reto que se te ha presentado y analizar el contexto en el cual deseas crear las nuevas ideas. Tienes que recurrir a distintas técnicas de análisis para hacerte preguntas y reflexionar sobre las causas del problema o desafío que debes resolver.
- Generación de propuestas: los expertos definen esta etapa como “divergente”. Consiste en usar distintas herramientas para sembrar ideas en la mayor cantidad que sea posible. Aquí es importante no juzgarlas como buenas, malas ni nada por el estilo; simplemente, tienes que lograr una fuerte tormenta de ideas para después poder seleccionar las mejores de entre el conjunto. ¡Se trata de hacer trabajar a tu cerebro!
- Valoración y elección de propuestas: esta es la denominada “etapa convergente”, en la cual tienes que elegir, de entre el gran conjunto de propuestas que te surgieron, aquellas ideas que te parezcan más acertadas usando distintos criterios. Puedes usar filtros de subjetividad y objetividad para poder hacer una valoración pormenorizada de las mismas.
¿Un detalle a tener en cuenta? Conviene llevar a cabo el proceso creativo en varias sesiones y –de ser posible- en grupos de 5 miembros o más, que tengan distintas formas de pensar y perfiles profesionales/laborales. De esta forma, las ideas van surgiendo de manera paulatina y tal como dice el dicho, “dos cabezas piensan mejor que una”. Debes tener la humildad suficiente para reconocer que no eres el único al que pueden ocurrírsele buenas ideas.
Por otra parte, los talleres de creación o encuentros grupales tienen que estar distanciados en el tiempo, para que en el medio cada participante tenga tiempo de pensar ideas para aportar. Tal vez no lo sabías, pero cuando tenemos un asunto pendiente y estamos haciendo otras cosas, nuestro cerebro continúa reflexionando sobre ese tema recurrente para encontrarle una solución. Las “ideas repentinas” de los genios no existen; se trata, simplemente, de la maduración y puesta en palabras de algo que viene circulando en la mente desde hace tiempo.
De esto se desprende que el proceso creativo no solo representa un fenómeno consciente y que nosotros mismos provocamos; buena parte de él se produce a nivel subconsciente (cuando estamos meditando una idea) o a partir de una situación extrema en la cual tenemos que sacar recursos de donde no sabíamos que había para solucionarla.
Cómo estimular el proceso creativo
¿Quieres aprender a ser más creativo y conocer nuevas maneras de estimular esta capacidad, para generar espectaculares ideas? Entonces, no dejes de checar este amplio listado de consejos para mejorar tu proceso creativo en el ámbito donde lo quieras poner en práctica:
- Ser lo suficientemente valiente como para asumir riesgos. No hay que sentir temor a equivocarse ni a actuar en contra de lo que hace la gran mayoría.
- Tener perseverancia en los propios propósitos y ser constante en el trabajo, para poder saltar los escollos que se presenten.
- Resistir las críticas; de ellas tomar lo positivo y el resto desecharlo. Mientras tanto, no dejar de creer en las propias habilidades.
- Mantener una actitud curiosa, la mente abierta a nuevas posibilidades y estar dispuesto a adentrarse en ámbitos no conocidos.
- Sentir pasión por lo que se hace, para poder transmitir este amor a los demás y no perder las ganas de superarse.
- Aceptar los fracasos como oportunidades para aprender. Las equivocaciones abren a la puerta a otros senderos, una vez que logramos descartar los callejones sin salida.
- Ser proactivos (diseñar un plan y ejecutarlo, hacerlo realidad).
- Mantener flexibilidad: hay que evitar la sujeción a dogmas y poder adaptarse a los cambios y variaciones del contexto.
- Ser versátiles, para poder adaptarse a la adversidad con rapidez y eficacia.
- Poner orden en el caos de la vida diaria para poder ordenar ideas y planes.
Ha llegado el momento de dar cierre a esta publicación. Hemos revisado ampliamente qué significa el término de “proceso creativo”, hemos conocido sus etapas o fases, de qué manera es más adecuado llevarlo a cabo y –finalmente- hemos difundido algunos consejos prácticos para desencadenarlo. Seguramente te hará falta practicar bastante, pero con el tiempo verás que nuestras técnicas dan resultado.
Queremos que te conviertas en una persona innovadora en aquellos ámbitos donde te desempeñes, y asimismo que puedas encontrar recursos alternativos para solucionar imprevistos o situaciones inesperadas de la vida cotidiana. De esto se trata: de poder dar respuesta a los nuevos desafíos en todo momento y de la mejor manera.
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